¿Preocupado por la situación que estamos viviendo?
¿Aburrido de estar en casa tantas horas?
¿Te has pasado Netflix, incluido el jefe final?
¿Tus habilidades circenses piden algo de acción?
¡Es tu momento!
¡Malabares en su Tinta anuncia su segundo concurso del confinamiento!
Tras el éxito del anterior concurso, el CirCOVID-19, y dado que la situación se va a prolongar al menos hasta el 11 de abril, se convoca una nueva competición para amenizar la crisis. Se trata del esperado y espectacular Equilibrio Imposible.
Aquí las bases del concurso:
Realiza un equilibrio imposible o sorprendente. Puede ser de uno o varios objetos (no necesariamente circenses), otro ser vivo o incluso tú mismo el que esté en equilibrio. Imaginación al poder.
Grábalo en un vídeo entre 15-60 segundos (flexible), subido a Youtube
Envíalo a [email protected] antes del viernes 3 de abril a las 23:59 h (GMT+1, horario peninsular de España).
Se valorará la originalidad y la dificultad técnica.
El equilibrio ganador se llevará 50 € y una camiseta del blog. El segundo clasificado una camiseta del blog.
¡Ya llegó el gran día! Por fin podremos conocer los vídeos que han participado en este frikiconcurso del confinamiento y quiénes son los ganadores.
Antes debo decir que estoy gratamente sorprendido por la gran respuesta y la variedad de los vídeos enviados. Esto le alegra el confinamiento a cualquiera.
Aquí os dejo los vídeos participantes:
Jordi Mas. De la compañía Circ Vermut, nos presenta un truco culinario de esos que se recomienda no intentar en casa, aunque ganas dan.
Óscar Hornero. Buen vídeo que mezcla fruta, malabares y magia. No intentéis descubrir el truco, yo prefiero dejarme llevar por la ilusión.
Martín Fernández. Que nos hace una versión orejil del mítico truco de la cuchara. Llevamos toda la vida recogiendo mal los cubiertos del suelo.
Crisis Clown. Nos presenta un truco que no parece nada del otro mundo hasta que uno lo intenta y entonces te sientes imbécil.
Rasta Luego. Porque tocar el acordeón sin hacer nada más no le parecía lo suficientemente difícil.
Sofía y Max. Vale, se pasan de tiempo pero un truco tan molón, elaborado y punki se merece concursar. Para los despistados, es un globo lo que se mete por la nariz y se saca por la boca para enganchar después el desatascador.
Wis. Va un paso más allá y prescinde del diábolo para hacer los trucos, él mismo es el diábolo. El confinamiento en Polonia debe estar siendo horrible, al menos mentalmente.
Totó. Se viene arriba y manda dos trucos. En el primero demuestra que el tabaco no siempre perjudica la salud, al menos la de su oreja. Y en el segundo se atreve con un equilibrio doble con un huevo, de gallina, se entiende.
Margarita. La sangre de artista corre por sus venas mezclada con salsa chimichurri. Hula hoop, zancos y baile unidos.
Carlos Such. Otro que se pasa de tiempo, pero ver cómo utiliza el circo para aliñar una ensalada merece la pena. Además, se deja la barba por el concurso, y eso se valora.
Don Davel. Claqué, baloncesto y un perro. Nada más que añadir.
InmaCifuentes. Un baile de ojos es lo que necesitaba este concurso. Bien por las habilidades inútiles.
Rocío. Igual no os impresiona, pero teniendo en cuenta que ella es cantante, para ella es un truco de renegade total.
Chispu. Como Rocío, también desde Villargumosa, en el corazón de Madrid, nos muestra nuevos y divertidos usos del tan codiciado papel higiénico. Como ahora todos nadamos en este bien, podemos permitirnos el lujo de hacer estas tonterías.
David Mosquera. Número de clown con final inesperado (o no) en el que se nos invita a desnudarnos, y eso siempre es bien recibido.
Bien, pues con esta bella imagen termina este concurso. Una vez más reiterar mi agradecimiento infinito a todos los participantes. He recopilado todo en esta friki-playlist para que quede para la posteridad.
Y ahora sí, sin más dilación.... ¡El veredicto!
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Y el ganador es.....
¡Totó!
Por mostrar un uso saludable del tabaco y conseguir que sus 5 pelotas no se muevan ni un milímetro de su trayectoria. Y por el bailecito final, claro. Tuyos son los 50 € y la camiseta.
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Segundo premio para ....
¡Sofía y Max!
Por punkis y salaos. Para vosotros las camisetas.
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Mención especial del jurado: Carlos
Por dejarse la barba por el blog. Cuando te vea te invito a una ensalada o a una maquinilla de afeitar, lo que surja antes.
Segunda mención especial del jurado:Margarita.
Por que hay que cuidar a las generaciones venideras de artistazas, que además nos tienen que pagar la pensión.
Mil gracias a todos los participantes por amenizarnos la cuarentena. Si esto se alarga, que parece que sí, prometo más concursos ¿Ideas?
Así es, la temida pandemia ya nos ha pegado de lleno y estamos ya en Estado de Alarma, con confinamiento obligado. Están surgiendo muchas iniciativas culturales para poder sobrellevar este periodo de enclaustramiento y este blog no va a ser menos.
Atención que se presenta el.... ¡Concurso del CirCOVID-19!
¿En qué consiste?
Es un concurso de vídeos cortos de habilidades freaks o inusuales, al puro estilo Renegade de los encuentros de circo (pero family-friendly, por favor)
¿Cómo puedo participar?
Graba un vídeo de entre 20 y 60 segundos con la habilidad más rara que sepas hacer, no necesariamente circense, aunque sí recomendable. No consiste en enviar ese truco tan chulo de 7 pelotas ni esa figura a una mano que tantos años te costó sacar, queremos trucos raros, inusuales, bizarros.
¿Dónde lo mando?
Súbelo a Youtube y envíalo a [email protected] antes del viernes 20 de marzo a las 23:59 h (hora peninsular, GMT+1)
¿Hay premio?
El truco ganador será elegido por un prestigioso jurado consistente en mi persona. Habrá dos premios que se repartirán de la siguiente manera:
Vídeo ganador: recibirá una camiseta del blog y 50 €
Mención especial: camiseta del blog
Hale, a grabarse frikadas, que ahora no podéis decir que no tenéis tiempo.
Aquí está la parte 3 de este tutorial sobre los portes acrobáticos. Te recomiendo que antes leas la parte 1(conceptos básicos) y la parte 2 (figuras básicas en suelo).
FIGURAS BÁSICAS EN ALTURA
El conocimiento y la coordinación de los tiempos entre el portor y el ágil son indispensables en todos los portés que conlleven un despegue del ágil (y en general en todos los portés).
Tiempos coordinados entre ágil y portor con elevación del ágil:
Se emplearán los tiempos básicos de coordinación para elevar al ágil por la cintura.
El portor cuando flexione sus piernas haciendo una sentadilla para elevar al ágil ha de recordar que tiene que llevar los codos hacia su cuerpo (nunca con los codos hacia afuera)
Debe utilizar sus piernas, no dejar que la fuerza de elevación sea únicamente de brazo.
También ha de cuidar la posición de su espalda en el momento de levantarle.
El ágil además de respetar el tiempo ha de saltar en posición de bloqueo del cuerpo, siempre pensando que ha de quitarle peso al portor con su salto.
Explicación de los contrapesos: existen portés que están basados en el contrapeso que se establece entre el portor y el ágil llegando a un equilibrio de fuerzas entre ellos perfecto. A continuación veremos algunos de ellos:
Equilibrio en muslos del portor
a) De frente: La figura consiste en establecer un equilibrio del ágil sobre el portor que se mantiene por la fuerza ejercida entre los antebrazos de ambos y el contrapeso de uno contrael otro.
El ágil está de pie de frente al portor en los muslos del portor con los brazos y codos estirados en equilibrio sobre el portor.
El portor está con las rodillas flexionadas para dar apoyo al ágil y una posición semi sentado.
En esta posición el portor tendrá que pensar en echar la espalda y hombros un poco hacia atrás para contrarrestar el peso del ágil.
El abdomen apretado de ambos es clave para mantener la fuerza en direcciones opuestas y evitar el desequilibrio que pueda generarse entre ambos.
El agarre o grip es de antebrazos de manera que el portor sujeta el antebrazo del ágil por abajo quedando los antebrazos del ágil por encima de los del portor.
Para montar la figura se puede hacer poniendo un pie ligeramente rotado hacia afuera en uno de los muslos del portor tras sujetarse de los antebrazos y dar un empuje hacia arriba con la pierna del suelo para llevar ésta al otro muslo del portor. Es importante llevar el empuje hacia arriba y montar la cadera encima de las piernas, ya que de lo contrario el ágil sacará el culo y se caerá hacia atrás.
También se puede subir de un salto hacia arriba con empuje de los brazos del portor de abajo a arriba con el agarre de antebrazo anteriormente explicado. De esta manera se depositará al ágil suave y directamente en los muslos del portor para justo después establecer la tensión entre los brazos de ambos para llegar al equilibrio. b) De espaldas: Otra variante de esta misma figura es lo que yo llamo Titanic.
En este caso el ágil se sitúa de espaldas al portor por delante de él y se agarrará a las muñecas del portor que tendrá sus manos en la cintura del ágil. Una vez montada la figura podrá soltar los brazos al lateral si quiere.
Para subir al ágil será necesario que el ágil y portor hagan la elevación coordinada (como en el aprendizaje de los tiempos entre ellos) y el portor dejará al ágil en el descenso sobre sus muslos, estando de nuevo en una posición flexionado semisentado.
Una vez colocado el ágil sobre los muslos, éste estirará las rodillas para quedarse de pie sobre los muslos del portor, el portor deslizará despacio sus manos hacia la parte delantera de la cadera del ágil y de nuevo entre ambos se generarán las fuerzas necesarias para mantener el equilibrio.
Una vez está estable la figura, el ágil soltará sus manos y las pondrá en los laterales.
Bandera o pie de acero:
Esta figura puede ser una continuación del equilibrio de frente sobre los muslos del portor o bien puede subirse directamente a la posición.
Para ello, el ágil agarrada de los antebrazos por el portor, ha de colocar transversalmente su pie base sobre ambos muslos del portor que los habrá juntado para evitar que haya hueco entre ellos, y que haya una superficie mayor y más estable para el ágil.
La otra pierna del ágil se elevará por encima del hombro del portor y se colocará transversalmente a su tronco superior, es decir en horizontal por detrás del cuello del portor con el pie completamente en flex.
Es importante en la colocación buscar el contacto de la parte inferior de la tibia con la parte lateral del cuello del portor, para que haya más agarre, porque si se deja el agarre solo a los dedos del pie será un agarre débil que se puede soltar en cualquier momento.
El portor al sentir la tibia en su cuello buscará el contacto con el tobillo del ágil echando el cuello un poco para atrás para establecer un tope con su pie en posición de flex.
El ágil soltará la mano correspondiente a la pierna base, y el portor si no lo ve claro, podría mantener su agarre en la pierna del ágil hasta encontrar el equilibrio entre ambos, momento en el cual se pueden soltar los agarres de brazos tanto de ágil como de portor.
Esta figura podría después acabarse en la de Titanic anteriormente mencionada, para ello es necesario buscar el agarre de los brazos de nuevo, y sacar la pierna de detrás del cuello del portor flexionando la rodilla hacia el suelo y estirando la punta del pie para seguir la rotación en el sentido apropiado y apoyar el pie sobre una de los piernas, recolocando el pie de base después. Acabará de nuevo agarrada por las manos y en 2 piernas; el portor acercará al ágil hacia la vertical para poder cambiar sus manos a su cadera y acabar en Titanic.
Paloma a piernas abiertas:
Figura en la que el portor sujeta al ágil por la cadera por encima de su cabeza, estando el ágil en posición horizontal con las piernas abiertas y apoyando los brazos en los hombros del portor.
Para llegar a esta figura las manos del portor han de realizar el empuje de la cadera a la altura del corte de la pierna y la posición de las manos un poquito lateral.
Es muy importante que la rotación de la cadera del ágil con la palma de la mano se haga lo antes posible durante la elevación, ya que si no el ágil subirá en vertical sin rotarla.
El empuje se realizará respetando los tiempos de coordinación y utilizando la fuerza de las piernas coordinada con los brazos y codos lo más cerrados posible se dirigirá a unos 30 grados de la vertical total.
Nunca llevarla a la vertical total en esta figura o el ágil tendrá la sensación de caerse de boca.
Además ha de tener cuidado con la lumbar y no hacer nunca el empuje cargando la espalda hacia atrás. La mirada del portor será siempre a su ágil, nunca al frente, para controlar dónde está en cada momento.
El ágil por su parte pondrá las manos en los hombros del portor y saltará coordinadamente con él.
A medida que se eleva ejercerá fuerza en sus brazos para saltar, elevar y rotar la cadera pensando en que tiene que ir a una posición horizontal sobre el portor y que el coxis se eleva más que las piernas, es decir que no puede pensar en tirar de las piernas hacia atrás o arriba, sino el coxis y como consecuencia irán las piernas.
Nunca quitará las manos de los hombros del portor, por el momento y a este nivel.
Para bajar, el portor va poniendo suavemente al ágil en el suelo en posición vertical y el ágil cierra las piernas y busca el suelo lo más cerquita del portor posible.
Paloma a piernas juntas:
Es una figura en la que el portor sujeta al ágil con los brazos estirados encima de su cabeza y el ágil está en posición horizontal con las piernas juntas, como si estuviera volando. Es la figura de la película Dirty Dancing que ensayan una y otra vez en el lago.
El portor ha de situar sus manos a la altura de los huesos de la cadera del ágil de manera que, ejerciendo fuerza en la palma de la mano hacia arriba le rote la cadera.
Los dedos han de poder controlar los posibles desequilibrios que se generen, de manera que han de dirigirse lo más verticales posibles, que el dedo índice de la mano siga una línea hacia el pecho del ágil, nunca dirigiéndose al lateral.
En un tiempo coordinado con el salto del ágil, el portor hará una flexión profunda para generar un empuje hacia arriba y dirigir la palma de sus manos hacia arriba. De esta manera eleva y a la vez rota la cadera del ágil a una posición horizontal.
Los brazos y codos quedarán estirados, la espalda recta y la mirada ligeramente a la cadera del ágil para situarse justo debajo de él. Los brazos del portor han de quedar alineados con los hombros, cadera y piernas.
El ágil ha de saltar en el tiempo coordinado con el portor y a medida que se eleva pensará que los talones de sus pies se dirigen hacia arriba.
Ha de colocarse en el salto por encima del portor en posición horizontal (ayudado por la rotación de la cadera que le induce el portor) y ha de ejercer una pequeña fuerza de las lumbares hacia arriba para que la línea sea horizontal o con forma de una ligera sonrisa.
Para ayudarse en el salto puede colocar las manos en los hombros del portor y a medida que se va elevando quitarlas para llevarlas a las muñecas del portor o, si está controlado, directamente a los laterales.
También puede comenzar el salto con las manos en las muñecas del portor para evitar que a éste se le separen las manos y mantenerlas siempre en las posición adecuada, nunca para apoyarse en el salto sobre él. La intención del ágil ha de ser sobrevolar al portor nunca tirar demasiado de lumbar ya que le echará hacia atrás y no permitirá llevarle a la posición correcta. Por otro lado, es importante no hacer movimientos bruscos que desequilibren al portor y le haga perder el control.
Subida básica a doble altura:
En esta figura el ágil se sitúa de pie sobre los hombros del portor formando una torre con él.
El ágil ha de mantener los tobillos lo más juntos posibles para que la cabeza del portor, que buscará su contacto, no se cuele entre sus piernas. Esto además supone un tope que podría mantener al ágil arriba aunque el portor soltara las manos que sujetan al ágil por las corvas.
En una doble altura normal los manos del portor buscarán rodear las corvas del ágil desde fuera hacia adentro y ejercerá una ligera presión hacia abajo para mantenerle sujeto. Es importante la dirección de la presión, hacia abajo y no hacia la cabeza que inducirá que el ágil se vaya hacia delante, y la intensidad de la fuerza, que no sea excesiva ya que si no provocará que el ágil doble las piernas demasiado.
Para subir a la doble altura, el portor se coloca en una posición de sentadilla con las piernas abiertas de manera que sus piernas queden lo más horizontales posible
El ágil apoyará su primer pie justo al lado de su cadera y subirá como si de un escalón se tratase.
Antes de empezar a subir, portor y ágil se agarran de las manos con el “agarre de pinza”.
Después, el portor hará la sentadilla y colocará el brazo del lado por el cual el ágil sube doblado, a la altura de su hombro, manteniendo el brazo fuerte.
El otro brazo quedará estirado de manera que tire del ágil cuando éste intente subir al escalón.
El ágil subirá su cadera sobre el primer pie y colocará el segundo pie en el hombro contrario del portor (éste lo relaja).
Una vez cómodos en esta posición se puede andar hacia delante, hacia atrás, lados, girar, saltar, etc. Siempre manteniendo los hombros del portor en posición horizontal, y sin que ningún hombro se suba o baje con respecto al otro. El ágil se dejará llevar por el portor siguiendo ligeramente sus movimientos.
La posición final del ágil consiste en el tronco boca abajo, las piernas juntas y estiradas hacia arriba y las lumbares y pecho arriba; de manera que la cadera es lo que queda en contacto con el suelo o con las piernas o manos del portor.
El portor se coloca tumbado en el suelo boca arriba, sus piernas van a buscar el contacto de las caderas del ágil, que estará de pie frente a él. Los pies se sitúan en posición paralela de manera que el arco del pie reciba los huesos de la cadera del ágil y los talones queden un poco sobre la primera parte del muslo para poder elevar y empujar la cadera hacia arriba.
En esta posición, el portor doblará las rodillas llevándolas al pecho, el ágil dejará su peso sobre los pies del portor y se dejará caer siempre con la cadera por delante del resto del cuerpo.
A continuación, el portor elevará las piernas hacia arriba -90 grados del suelo-, empujando con el talón del pie, nunca hacia delante sino hacia arriba, para crear una plataforma horizontal sobre la que el ágil quedará elevado.
Es importante que el ágil lleve los talones y el torso hacia la posición horizontal justo cuando el portor eleva sus talones y sus piernas hacia arriba; así el pecho y los talones quedan un poquito más hacia arriba que una línea horizontal perfecta, de manera que hay un poco de arco en la espalda.
Las primeras veces que se realiza la figura conviene que el ágil se agarre a los tobillos del portor para evitar que los pies se deslicen de la cadera y ser un poco más estable. El portor no puede levantar la lumbar ni el coxis del suelo, y ha de tener los brazos preparados para retener al ágil por los hombros en el caso de que se pierda el equilibrio.
Así mismo, es importante la flexibilidad y estabilidad de piernas del portor en este ejercicio.
Para cuidar esta figura hay que estar pendiente del torso y piernas del ágil en los momentos en los que se desequilibre.
2) Paloma en manos
Esta figura es igual que la anterior, pero esta vez el portor coge al ágil de la cadera con las palmas de las manos.
El ágil comienza de pie a la distancia aproximada de los brazos estirados en el suelo del portor.
El portor eleva su torso haciendo una abdominal hasta llegar a los huesos de la cadera del ágil, que le agarrará de las muñecas para ayudarle.
Poco a poco irá bajando hacia el suelo y cuando los hombros lo toquen, dirigirá su palma de la mano hacia arriba para rotar la cadera y el cuerpo del ágil a una posición horizontal paralela al suelo.
Después terminará de poner la totalidad del brazo en línea con sus hombros manteniendo éstos lo más pegado al suelo posible y bloqueando en su totalidad los codos.
La posición de la mano es importante para mantener el equilibrio y dar la rotación a la cadera que el ágil necesita para llegar a la horizontal.
La parte central de la mano ha de estar en contacto con los huesos de la cadera del ágil, la parte más baja de la mano (a partir de ahora el talón de la mano) en el comienzo del muslo, los dedos abiertos para hacer más base. El índice ha de estar dirigido hacia el pecho u hombros del ágil de manera que los dedos puedan hacer de tope en caso de que se vaya hacia delante. En esta paloma nunca puede colocarse la mano de manera lateral, ya que el ágil se quedaría sin base de sujeción y se tendería a caer el torso hacia delante.
Para cuidar esta figura hay que estar pendiente del torso y piernas del ágil en los momentos en los que se desequilibre.
3) Plancha en piernas
Esta figura consiste en la elevación del ágil por el sacro de manera que queda completamente bloqueado en posición de plancha o tabla mirando hacia arriba.
La técnica del portor es la misma que la paloma de piernas, pero los pies van en posición paralela y se colocan al nivel del sacro y glúteos del ágil de manera que los dedos de los pies quedan en la parte inferior de la espalda para que el ágil tenga un poco de base para aguantar con el abdomen el peso de su tronco.
El ágil comienza de espaldas al portor, se agarrra de los tobillos del mismo y poco a poco, como si se tumbara en una cama, pero manteniendo fuerte el abdomen para dejarse llevar a la posición horizontal.
Una vez que el portor eleve sus piernas y dirija sus talones a 90 grados del suelo, el ágil levanta las piernas hasta la horizontal y se mantiene en posición de cucharita o bloqueo. Si está estable puede soltar las manos a ambos lados de cada pierna.
Para cuidar esta figura hay que estar pendiente del torso y
piernas del ágil en los momentos en los que se desequilibre y sobre todo
de la cabeza del ágil estando pendientes de agarrar bien sus hombros si
se desequilibra hacia atrás.
4) Plancha en manos
Misma técnica que la paloma de manos pero el ágil está de espaldas al portor.
El portor se levanta un poco para colocar sus manos en el sacro y glúteos del ágil, dejando los dedos como base del final de la espalda.
Poco a poco baja hacia el suelo con mucho cuidado de que no se le vaya el peso del ágil hacia su cabeza, y el ágil lentamente se va tumbando sobre las manos del portor manteniendo su cuerpo en posición de bloqueo.
Cuando siente que las manos del portor se dirigen hacia arriba llevará con la fuerza abdominal sus piernas a la posición horizontal y se mantendrá en equilibrio en posición de bloqueo.
Existe otra versión de esta plancha en la que el agarre es de las manos del portor a las manos del ágil, que servirá después para hacer la plancha de pie y otras figuras. En este caso las manos se agarran en la posición de pinza (Fig 1 agarres A y B). En esta posición se colocan las manos en la base de la espalda y el ágil se va echando hacia atrás y dejando su peso en sus propias manos para tumbarse sobre ellas, sin dejar de mantener el bloqueo del cuerpo.
Fig 1. Agarre A
Fig 1. Agarre B
Para cuidar esta figura hay que estar pendiente del torso y
piernas del ágil en los momentos en los que se desequilibre y sobre todo
de la cabeza del ágil, estando pendientes de agarrar bien sus hombros
si se desequilibra hacia atrás.
5) Puntal en manos de portor
Esta figura requiere del conocimiento de la figura de puntal o trípode en el suelo por parte del ágil:
Puntal o trípode
El portor comienza tumbado boca arriba en el suelo, con las piernas dobladas, un poco abiertas y los pies en el suelo con los talones lo más cerca posible de sus glúteos.
El ágil se coloca en el centro, entre las piernas del portor, y apoya sus manos en los muslos del portor cerca de la rodilla, de manera que la espalda queda plegada hacia abajo.
El portor lleva sus manos a los hombros del ágil que deja ligeramente su peso en ellas, pero el ágil ha de mantener la mayoría del peso en sus piernas puesto que ha de impulsarse con un pequeño salto para subir a la posición de invertido agrupado (boca abajo, cadera encima de la cabeza y rodillas al pecho, es decir, el inicio de la subida al puntal).
Cuando el ágil se dé el impulso para subir a la posición de agrupado, el portor ha de rotar sus muñecas de manera que le dé la base para quedarse apoyada en sus manos. Si al ágil le cuesta subir a la posición, el portor puede doblar ligeramente los codos, siempre manteniendo la tensión en los brazos para bajar un poco el centro de gravedad y ayudar a que la cadera del ágil suba más fácilmente. Cuando esto ocurra estirará los codos en un ángulo de aproximadamente 45 grados, nunca los llevará directamente a la vertical (ya que el ágil se está agarrando a los muslos, y se perdería el agarre al ponerse completamente en vertical).
La cadera del ágil ha de quedar encima de su cabeza, y después estirar los codos completamente para bloquear la posición invertida de agrupe. Una vez montada la posición de agrupe invertido, estirará sus piernas en vertical (90 grados, es decir al cielo o techo), cuidando de no perder el bloqueo del tronco, logrando un pino soportado por las manos del portor en los hombros del ágil.
Para ayudar en esta figura, el cuidador pondrá las manos en la cadera del ágil siguiendo su movimiento de inversión y ayudándole si lo necesita, y estará pendiente de su cadera y piernas cuando llegue al pino para evitar que se caiga.
Tras conseguir esta primera figura se podría pasar a una vertical real y que el agarre sea únicamente de brazos entre portor y ágil (próximo capítulo).
6) Vertical en hombros sobre pies del portor (Cars)
El portor comienza en el suelo con las piernas hacia arriba y un poco atrás para contactar con los hombros del ágil (ligeramente hacia la parte de atrás del hombro).
El ágil se sitúa de pie a cada lado de la cabeza del portor y apoya los hombros en sus pies.
Portor y ágil se agarran las manos en posición de pinza (ver más arriba) o con el agarre 2 (figura 2, agarres A y B), ambos mantienen tensión y fuerza en los brazos.
Fig 2. Agarre 2A
Figura 2. Agarre 2B
El ágil salta e invierte su cuerpo para colocar su cadera encima de su cabeza, a la vez que el portor baja un poco sus piernas para ayudar al ágil a subir la cadera y montar la posición de agrupado invertido.
Una vez el ágil ha subido la cadera, el portor estira las piernas a 90 grados del suelo (vertical) manteniendo su lumbar y coxis en el suelo y cerrando los talones por detrás de la cabeza del ágil.
En ese momento, el ágil mirará primero hacia su ombligo para permitir este cierre de talones, y después buscará con la cabeza el contacto de los mismos para poder llegar a encontrar el equilibrio.
A la vez que el portor estira las piernas el ágil estirará las suyas para llegar a una vertical sobre sus hombros.
Los brazos del ágil se estirarán y los del portor mantendrán la tensión necesaria para equilibrar la figura.
El cuidador siempre estará pendiente de regular el equilibrio y ayudar a montar la figura agarrando la cadera del ágil.
7) Murciélago
Desde la figura de la plancha sobre piernas, el portor puede rotar poco a poco los pies hacia el lateral de la cadera del ágil.
El ágil a la vez puede ir arqueando su espalda y rotando su cadera hasta invertirla a la vez que va abriendo las piernas a una segunda frontal que acaba en posición carpada, de manera que los pies del portor queden atrapados en las ingles del ágil.
De esta posición de segunda invertida y carpada, el portor meterá sus puntas de los pies hacia dentro,
El ágil cerrará sus piernas y con sus manos se cogerá las tibias con los brazos bien estirados y los codos bloqueados (siempre por delante, no por el lateral) de manera que su cuerpo forme un triángulo.
El portor agarrará los brazos del ágil a nivel del tríceps, y colocará el dedo índice de su mano paralelo al brazo del ágil de manera que pueda regular los desequilibrios hacia delante y hacia atrás.
Una vez cogidos los brazos del ágil irá quitando las piernas poco a poco, hasta quedarse con todo el peso del ágil (que está como un murciélago o como un triángulo) en sus manos.
A esta figura también puede llegarse desde la figura de cars:
El cuidador siempre cuidará a nivel de la cadera del ágil en la primera parte del movimiento y después colocará su mano en el medio del triángulo que forme, a nivel de la cadera para ayudar a regular el equilibrio.
8) Pie-mano básico
No es una figura en sí, sino algo básico para poder avanzar en muchos portes acrobáticos. Consiste en el agarre de los pies del ágil por el portor.
El agarre del pie por parte del portor ha de ser estable, como si fuera el suelo y el zapato del ágil (figura 3).
Se ha de coger prácticamente todo el arco del pie del ágil, nunca solo el talón.
Para ello la mano ha de estar lo más plana posible, sin que haya hueco en la palma de la misma.
Las almohadillas de los dedos del pie del ágil están soportadas por el talón de la mano del portor.
El final del dedo índice o del índice y el corazón rodean un poco el talón del ágil
Figura 3. Agarre de pie
Con este agarre el portor ha de conseguir mantener los brazos lo más pegados al cuerpo posible, y el antebrazo en posición vertical de manera que el peso del ágil quede completamente encima del codo, y por tanto la mano estará en línea recta con el codo. Así mismo, ha de mantener la posición de la muñeca a unos 45 grados, nunca horizontal (se hará daño en la muñeca), ni en vertical (el ágil estará completamente empuntado).
El ágil por su parte ha de poner la posición del pie en semi media punta. De esta manera su peso recae sobre toda la palma de la mano del portor, evitando así que la muñeca del portor se tronche. Así mismo, ha de mantener su cuerpo bloqueado, retroversión pélvica (Fig. 4), abdomen apretado, costillas cerradas, y ha de mantener la fuerza en sus adductores de las piernas para evitar que se abran (Fig 5 y 6)
Fig. 4
Fig. 5
Fig. 6
Para subir al pie-mano:
El portor agarra un pie del ágil y lo coloca en la posición anteriormente descrita,
El ágil flexiona la pierna libre empujándose ligeramente para trasladar su peso al pie agarrado, sin dejar que el tobillo se mueva y con un empuje directo hacia abajo.
El traslado del peso ha de ser en bloque de manera que hombros, cadera, rodillas y pies queden alineados con el peso repartido entre ambos pies y en una buena línea vertical.
A medida que se va teniendo soltura en la subida, el ágil intentará dejar un poco de tiempo al portor para coger tranquilamente el pie libre, quedándose un segundo con el peso en un solo pie.
Es importante llegar a las manos del portor con las rodillas estiradas.
El portor puede ofrecerle las piernas a 90 grados al ágil para ir tomando confianza y aprendiendo a trasladar el peso gradualmente hasta que ya no necesite ningún apoyo. Si se hace con cuidadores, éstos pueden cuidar detrás del ágil cogiéndole de la cintura y quitando un poco de peso al portor al principio.
Importante: si el ágil se va a bajar por alguna razón, el portor lo primero que tiene que hacer es abrir la mano y dejar de agarrar el pie del ágil para que sea libre y ponga el pie tranquilamente en el suelo. No hay que agarrar más fuerte si se va a caer, solo dejar su pie cerca del suelo y abrir los dedos de la mano para soltar el agarre.
No os perdáis la Parte 3 de este tutorial: figuras básicas en altura
Uno de los objetivos de este blog es ayudar a difundir el circo. Qué mejor forma que los tutoriales básicos de algunas disciplinas y como uno no puede saber de todo, he preferido pedir ayuda a gente que domine de cada tema. Hace un tiempo pudimos leer uno sobre diábolo y otro sobre verticales, muy recomendables ambos. En esta ocasión tocan los portes acrobáticos, disciplina con gran tirón en la actualidad y con infinitas posibilidades. Tengo que agradecer enormemente a Cristina, profesora de portes con años de experiencia, por prestarse con su entusiasmo habitual a esta tremenda tarea y conseguir un tutorial tan completo de forma altruista. También a Javi Contreras por ayudarle con los vídeos y fotos. Y ya sí, comenzamos, bienvenidos al mundo de los portes acrobáticos.
Los portes acrobáticos consisten en figuras en pareja basadas en el equilibrio entre portor y ágil, con una comunicación y coordinación de tiempos entre ellos perfecta.
El portor o base es la persona que levanta o porta a otra; el ágil o volante es la persona que es levantada o lanzada por el portor. Normalmente hay una diferencia de peso sustancial entre ambos, siendo el portor el que habitualmente pesa más y tiene más fuerza.
Es importante para ambos conocer el bloqueo del cuerpo en la posición de cucharita o bloqueo, en la que el cuerpo está en retroversión pélvica, el abdomen apretado y no hay arqueamiento de la espalda. Es importante mantener esta posición en el caso de los portores cuando están levantado al ágil para evitar lesiones de espalda, y en el caso de los ágiles para estar duros y mantener la posición correcta y firme, ya sea estando de pie sobre el portor como en vertical invertida (pino). Se puede aprender en el suelo (ver figura 1) para luego aplicarla cuando estamos de pie (ver figura 2).
Figura 1. Posición de bloqueo en suelo
Figura 2. Posición de bloqueo en la vertical
Así mismo, es necesario trabajar la apertura de hombros del portor para permitir levantar al ágil en una posición vertical alineada con los hombros y tronco; y para el ágil para tener una vertical correcta (ver figura 3).
Figura 3. Apertura de hombros
Otro bloqueo importante es el de los codos. En todas las posiciones en los que el portor levanta brazos ha de mantener los codos bloqueados del todo para que el movimiento sea estable y fijo; en el caso del ágil, es necesario también para todas las verticales encima del portor y otras figuras que requieren los brazos bien estirados para que el bloqueo permita que la fuerza transmitida por el portor sea útil.
La coordinación de tiempos entre portor y ágil son necesarios para poder realizar las figuras con técnica y no tanto por fuerza. Existen 3 tiempos en portés acrobáticos, que han de ser iguales entre la pareja:
Una respiración para coordinarse entre la pareja
Una flexión, no tanto profunda como sí fluida y legible por el compañero
La explosión de empuje para el portor y de salto o elevación para el ágil
Un ejemplo del tiempo sería un muelle: empieza estirado, se comprime lentamente para coger toda la fuerza de soltarse de una manera progresiva a la vez que fuerte (ver vídeo).
Habilidades previas. Antes de empezar a entrar en materia, comentar que el trabajo de verticales del ágil es importante para todas las figuras de mano a mano y puntales; así como la flexibilidad de piernas y hombros tanto del portor como del ágil. Son habilidades que se deben reforzar para poder progresar en los portes.
Por último y de gran importancia: si no se tiene conocimiento de la figura es necesario tomar las precauciones adecuadas para evitar caídas y golpes, para ello una buena colchoneta o personas que cuiden la figura son indispensables en la práctica de estos elementos. En las diferentes figuras se explica también el papel del cuidador en cada caso.
Clasificaré las figuras por niveles (básico, intermedio y avanzado), dentro de cada nivel en figuras de suelo o de pie, y también en estáticas y dinámicas ¿Comprendido? ¡Comenzamos!