Es difícil no valorar la capacidad que tienen en Francia para inventar conceptos,
atribuirles características y adherirse a ellos como emblemas o escudos que
defenderán a ultranza. La nouvelle vague, el dadaísmo, el surrealismo, el fumismo,
el nuevo circo... Y ahora, por alusiones, la Magie Nouvelle; la nueva magia.
Me atrevo a afirmar que al sur de los Pirineos, cuando escuchemos el término “Nueva Magia”, surgirá el mismo debate que surgió con “Nuevo Circo”. ¿Es realmente nuevo? ¿Es realmente magia/circo? ¿Es una falta de respeto hacia el pasado de estas artes? ¿Será una nueva francesada incomprensible? Entre críticos y adeptos es posible que la energía se pierda en debates sobre el término, en lugar de volcarse en la exploración de unos preceptos artísticos formulados en forma de método que permite crear desde un punto de vista considerablemente nuevo.
De momento en Francia se contabilizan entre 60 y 100 compañías de Magie Nouvelle. Muchos artistas hacen la broma, “si pones Magie Nouvelle en tu dossier, puedes subirle 300 euros al caché”, y sin embargo los festivales y teatros se llenan de espectáculos que lleven este nuevo sello. Ya existe una formación específica de Magie Nouvelle en el Conservatorio Nacional de Artes de Circo de Chalon en Campagne, y no tardarán en aparecer más, ya que está colapsara de solicitudes.
Vayamos por partes, ¿qué es la Magie Nouvelle?
Si Robert Houdin renovó la magia en el siglo XIX despojando a los magos de sus falsos poderes y aclarando que el mago es “un actor que interpreta el papel de persona con poderes.” La Magie Nouvelle da una vuelta de tuerca a los conceptos que se han sedimentado desde entonces.
Es un movimiento artístico cuyo origen data del año 2002 y que comenzó de la mano de tres personas: Clément Debailleul, Raphaël Navarro et Valentine Losseau, los dos últimos creadores de la Compañía 14:20, una de las más punteras del mundo en Magie Nouvelle.
En palabras de uno de sus creadores, Raphael Navarro, co director de la Compañía 14:20, la Magie Nouvelle es “un arte cuyo lenguaje es la transformación de lo real en lo real”.
Si te has quedado algo frío con la definición, vamos a encender la chimenea con un paralelismo:
en los años 80 el circo presentaba sistemáticamente los mismos números, que se transmitían dentro de familias de generación en generación. Los códigos, tanto estéticos como técnicos eran cerrados, y había normas no escritas que prácticamente nadie se saltaba.
Un grupo de artistas que no pertenecían a ningún linaje circense pero que sabían algo de circo, comenzaron, en distintas partes del mundo, a fusionarlo con otras disciplinas. Algunos para ocultar su bajo nivel técnico, como es el caso del Cirque Bidon, y en otros por un mero impulso creativo.
Se había creado una tradición que estaba muy asentada y que pasó a llamarse Circo Clásico o Circo Tradicional, cuando hasta entonces era simplemente Circo. Ahora el “Nuevo Circo” buscaba renovarla utilizando cuatro ejes principales:
Algo similar está ocurriendo con la magia, y para apoyar todavía más el paralelismo, los fundadores del movimiento Magie Nouvelle provienen de escuelas de circo.
Básicamente se plantean porqué la magia está encorsetada en algunas normas estéticas y dramatúrgicas, por ejemplo, ¿por qué siempre se corta a una mujer en dos y no al mago en tres? También buscan la mezcla con otras disciplinas, en este caso, paradójicamente, el circo. Y también las nuevas tecnologías.
Dado el gusto galo por todo lo que huela a nuevo y contemporáneo, la Magie Nouvelle está en plena expansión. Sus máximos representantes actualmente, además de los ya nombrados, son Yann Firsch, Remi Lesvesnes de la CompagnieSans Gravité, Etienne Saglio, Compagnie Poc y en España, (aunque no estoy seguro de que él se autodenomine como tal, su número encaja con los preceptos de la Magie Nouvelle), Miguel Muñoz. Muchos se me quedan en el tintero.
Mientras, surge una cuestión interesante: ¿Existía la Magie Nouvelle antes de que se le diera nombre?
Por supuesto. Estaba sutilmente presente y esbozada en numerosos espectáculos, por ejemplo Le Cirque Invisible de Victoria Chaplin y James Thierrée, o en las propuestas de Philippe Genty o Philippe Decouffle, incluso en algún espectáculo del Cirque Plume... Todos ellos utilizaban sin haberle dado un nombre, los criterios básicos de la Magie Nouvelle.
Como explica Raphael Navarro: “la historia del arte nos muestra que todos los movimientos que se autodenominan 'nuevos' se inscriben en la continuidad, mientras que aquellos que se autodenominan 'contemporáneos', buscan en mayor medida la ruptura (...) nosotros no rechazamos la magia tradicional ni la moderna, nos unimos a ella en algunos puntos fundamentales. Es por eso que hemos elegido el término 'nueva magia'. Nacemos con el impulso de liberarnos de algunos códigos que se han establecido a lo largo de este último siglo de magia moderna y de estudiar la magia como un lenguaje escénico libre.”
Breve conclusión
La magia siempre ha sido un campo artístico tremendamente creativo y a la vez limitado por la necesidad de ocultar el truco. Muchos magos pertenecían a la Magie Nouvelle antes de que esta fuera postulada como movimiento.
Lo que ha cambiado es la estructuración de una intención de cambio y de renovación. Mientras Valentine Losseau ultima el “Manifiesto de la Magie Nouvelle”, ya se han asentado las vías sobre las que muchos artistas exploran actualmente en sus nuevas creaciones.
Personalmente este movimiento me pilló de cerca y el concepto que revolucionó mi manera de pensar espectáculos es el que afirma que la Magie Nouvelle es un lenguaje que no necesita necesariamente a un mago para existir. Nos alejamos de la demostración, del “tachán”, para entrar en la posibilidad de construir en espacios escénicos mágicos... y que cada uno entienda lo que quiera por “mágico”, ahí está la mina de oro.
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Me atrevo a afirmar que al sur de los Pirineos, cuando escuchemos el término “Nueva Magia”, surgirá el mismo debate que surgió con “Nuevo Circo”. ¿Es realmente nuevo? ¿Es realmente magia/circo? ¿Es una falta de respeto hacia el pasado de estas artes? ¿Será una nueva francesada incomprensible? Entre críticos y adeptos es posible que la energía se pierda en debates sobre el término, en lugar de volcarse en la exploración de unos preceptos artísticos formulados en forma de método que permite crear desde un punto de vista considerablemente nuevo.
De momento en Francia se contabilizan entre 60 y 100 compañías de Magie Nouvelle. Muchos artistas hacen la broma, “si pones Magie Nouvelle en tu dossier, puedes subirle 300 euros al caché”, y sin embargo los festivales y teatros se llenan de espectáculos que lleven este nuevo sello. Ya existe una formación específica de Magie Nouvelle en el Conservatorio Nacional de Artes de Circo de Chalon en Campagne, y no tardarán en aparecer más, ya que está colapsara de solicitudes.
Vayamos por partes, ¿qué es la Magie Nouvelle?
Si Robert Houdin renovó la magia en el siglo XIX despojando a los magos de sus falsos poderes y aclarando que el mago es “un actor que interpreta el papel de persona con poderes.” La Magie Nouvelle da una vuelta de tuerca a los conceptos que se han sedimentado desde entonces.
Es un movimiento artístico cuyo origen data del año 2002 y que comenzó de la mano de tres personas: Clément Debailleul, Raphaël Navarro et Valentine Losseau, los dos últimos creadores de la Compañía 14:20, una de las más punteras del mundo en Magie Nouvelle.
En palabras de uno de sus creadores, Raphael Navarro, co director de la Compañía 14:20, la Magie Nouvelle es “un arte cuyo lenguaje es la transformación de lo real en lo real”.
Si te has quedado algo frío con la definición, vamos a encender la chimenea con un paralelismo:
en los años 80 el circo presentaba sistemáticamente los mismos números, que se transmitían dentro de familias de generación en generación. Los códigos, tanto estéticos como técnicos eran cerrados, y había normas no escritas que prácticamente nadie se saltaba.
Un grupo de artistas que no pertenecían a ningún linaje circense pero que sabían algo de circo, comenzaron, en distintas partes del mundo, a fusionarlo con otras disciplinas. Algunos para ocultar su bajo nivel técnico, como es el caso del Cirque Bidon, y en otros por un mero impulso creativo.
Se había creado una tradición que estaba muy asentada y que pasó a llamarse Circo Clásico o Circo Tradicional, cuando hasta entonces era simplemente Circo. Ahora el “Nuevo Circo” buscaba renovarla utilizando cuatro ejes principales:
- Teatralizar los espectáculos y números.
- Fusionarlo con otras disciplinas, sobre todo danza.
- Renovar la estética.
- Ampliar los lugares de representación: de las carpas a los teatros y a la calle.
Algo similar está ocurriendo con la magia, y para apoyar todavía más el paralelismo, los fundadores del movimiento Magie Nouvelle provienen de escuelas de circo.
Básicamente se plantean porqué la magia está encorsetada en algunas normas estéticas y dramatúrgicas, por ejemplo, ¿por qué siempre se corta a una mujer en dos y no al mago en tres? También buscan la mezcla con otras disciplinas, en este caso, paradójicamente, el circo. Y también las nuevas tecnologías.
Dado el gusto galo por todo lo que huela a nuevo y contemporáneo, la Magie Nouvelle está en plena expansión. Sus máximos representantes actualmente, además de los ya nombrados, son Yann Firsch, Remi Lesvesnes de la CompagnieSans Gravité, Etienne Saglio, Compagnie Poc y en España, (aunque no estoy seguro de que él se autodenomine como tal, su número encaja con los preceptos de la Magie Nouvelle), Miguel Muñoz. Muchos se me quedan en el tintero.
Mientras, surge una cuestión interesante: ¿Existía la Magie Nouvelle antes de que se le diera nombre?
Por supuesto. Estaba sutilmente presente y esbozada en numerosos espectáculos, por ejemplo Le Cirque Invisible de Victoria Chaplin y James Thierrée, o en las propuestas de Philippe Genty o Philippe Decouffle, incluso en algún espectáculo del Cirque Plume... Todos ellos utilizaban sin haberle dado un nombre, los criterios básicos de la Magie Nouvelle.
Como explica Raphael Navarro: “la historia del arte nos muestra que todos los movimientos que se autodenominan 'nuevos' se inscriben en la continuidad, mientras que aquellos que se autodenominan 'contemporáneos', buscan en mayor medida la ruptura (...) nosotros no rechazamos la magia tradicional ni la moderna, nos unimos a ella en algunos puntos fundamentales. Es por eso que hemos elegido el término 'nueva magia'. Nacemos con el impulso de liberarnos de algunos códigos que se han establecido a lo largo de este último siglo de magia moderna y de estudiar la magia como un lenguaje escénico libre.”
Breve conclusión
La magia siempre ha sido un campo artístico tremendamente creativo y a la vez limitado por la necesidad de ocultar el truco. Muchos magos pertenecían a la Magie Nouvelle antes de que esta fuera postulada como movimiento.
Lo que ha cambiado es la estructuración de una intención de cambio y de renovación. Mientras Valentine Losseau ultima el “Manifiesto de la Magie Nouvelle”, ya se han asentado las vías sobre las que muchos artistas exploran actualmente en sus nuevas creaciones.
Personalmente este movimiento me pilló de cerca y el concepto que revolucionó mi manera de pensar espectáculos es el que afirma que la Magie Nouvelle es un lenguaje que no necesita necesariamente a un mago para existir. Nos alejamos de la demostración, del “tachán”, para entrar en la posibilidad de construir en espacios escénicos mágicos... y que cada uno entienda lo que quiera por “mágico”, ahí está la mina de oro.
Davel Puente Hoces, es artista de circo.
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