31 es un truco muy sencillo. Con el que uno cree hacer malabares antes de hacer malabares. Una pelota en el aire y otra de mano a mano. Con eso te vale para presumir ante amigos o creerte un tipo habilidoso. Luego, un día, descubres los malabares y sus posibilidades infinitas y tu cabeza sufre un vuelco. Nada es imposible y lo más difícil puede ser hacer algo sencillo y bonito.
Cuando uno cumple 31, en cambio, le pilla algo más curtido, aunque mucho menos de lo que se piensa. Ha pasado por las diferentes etapas que socialmente se deben pasar y uno atisba una cierta estabilidad a medio plazo, con eso te puede servir para presumir ante amigos o creerte un tipo vivido. Estoy seguro que mi cabeza aún tiene que dar muchos vuelcos, espero que sea con esas personas queridas que le alegran tanto a uno la existencia, y las que quedan por conocer.
De una cosa estoy seguro, el circo seguirá presente en esos vuelcos, ya que es de las cosas que nunca dejan de sorprenderme.
Pasen, hay sitio al fondo.
1) Adriana Pegueroles y Patricia van Cawenberge. Las boleadoras son un instrumento tradicional gaucho. Como ha pasado con algunas otras danzas, todo consiste en darle una pequeña vuelta para hacerlo circense, ese arte capaz de absorber todo lo que le rodea. Recuerdo haber visto este número hace mucho tiempo y verlo varias veces seguidas por puro asombro (no dejan incrustar el vídeo, haced click en el link para verlo)
2) Anthony Gatto. Creo que cualquier vídeo que haya sacado este hombre merece ser servido en estas raciones. Su nivel sigue siendo estratosférico y su retirada cuando aún estaba en plena forma sigue siendo un drama para el mundo del malabarismo. Al menos pudimos disfrutar de algunos vídeos divertidos como éste. Que nadie se engañe por su tono distendido, hacer equilibrio con cosas tan pequeñas está al alcance de muy muy pocos.
3) Daniela Palickova. Esta checa lleva años sacando vídeos. Dentro de un país con poca cultura de circo contemporáneo, Dada es un claro ejemplo de lo que Internet consigue. Llevo suscrito a su canal mucho tiempo y en cada vídeo saca detalles que demuestran que es una investigadora incansable.
Inside I'm Smiling <-- font="" for="" go="" ios="" jtv="" playback="" please="" to="">
4) Alexandr Magala. Un moldavo hecho a sí mismo, de esos que dejan todo para irse a "hacer las américas" con una mano delante y otra detrás, que aprende a tragar sables sólo por probar y acaba haciéndose viral por un vídeo. Profesional de los concursos de talentos, la actuación de Magala es puro circo, que te remueve por dentro por su capacidad de seguir a rajatabla el "más difícil todavía".
5) Recopilatorio. No soy excesivamente fan de estas recopilaciones de habilidades, me parece, en cierto modo, banalizar todo ese esfuerzo que hay detrás, ocultando nombres y carreras a golpe de música movida. Sirve para ver barbaridades, todas juntas, como producto de consumo del que olvidarse pronto, bajando nuestro listón de asombro sin aportar mucho más. También sirve para constatar que "lo guay" es masculino, el porcentaje de hombres de estos vídeos es altísimo, y no porque las mujeres no puedan hacer cosas asombrosas, sino porque hemos aprendido a que no nos llamen tanto la atención. Aunque eso da para otra entra. Pero claro, ¿quién no disfruta de 4 minutos de burradas?
6) Ernest Montego. El pasado 20 de abril falleció Ernest Montego, uno de los grandes malabaristas de la historia. Me sorprendí a mí mismo por no haber puesto nunca un vídeo suyo en estas raciones. Sus actuaciones son dignas de estudio, estilo limpísimo, ausencia de fallos, varias disciplinas muy diferentes entre sí, y su capacidad única de hacer "estatuas" (trucos en los que el malabarista está quieto mientras realiza varios malabrismos distintos a la vez). Después de ver el vídeo os recomiendo el obituario que escribió David Cain sobre él, para conocerle un poco mejor.
Chupitos y dulces
Hace tiempo que no cierro los menús con algo para llenar ese "huequito" que queda tras el festín. Que no se diga, invita la casa.
Cuando uno cumple 31, en cambio, le pilla algo más curtido, aunque mucho menos de lo que se piensa. Ha pasado por las diferentes etapas que socialmente se deben pasar y uno atisba una cierta estabilidad a medio plazo, con eso te puede servir para presumir ante amigos o creerte un tipo vivido. Estoy seguro que mi cabeza aún tiene que dar muchos vuelcos, espero que sea con esas personas queridas que le alegran tanto a uno la existencia, y las que quedan por conocer.
De una cosa estoy seguro, el circo seguirá presente en esos vuelcos, ya que es de las cosas que nunca dejan de sorprenderme.
Pasen, hay sitio al fondo.
1) Adriana Pegueroles y Patricia van Cawenberge. Las boleadoras son un instrumento tradicional gaucho. Como ha pasado con algunas otras danzas, todo consiste en darle una pequeña vuelta para hacerlo circense, ese arte capaz de absorber todo lo que le rodea. Recuerdo haber visto este número hace mucho tiempo y verlo varias veces seguidas por puro asombro (no dejan incrustar el vídeo, haced click en el link para verlo)
2) Anthony Gatto. Creo que cualquier vídeo que haya sacado este hombre merece ser servido en estas raciones. Su nivel sigue siendo estratosférico y su retirada cuando aún estaba en plena forma sigue siendo un drama para el mundo del malabarismo. Al menos pudimos disfrutar de algunos vídeos divertidos como éste. Que nadie se engañe por su tono distendido, hacer equilibrio con cosas tan pequeñas está al alcance de muy muy pocos.
3) Daniela Palickova. Esta checa lleva años sacando vídeos. Dentro de un país con poca cultura de circo contemporáneo, Dada es un claro ejemplo de lo que Internet consigue. Llevo suscrito a su canal mucho tiempo y en cada vídeo saca detalles que demuestran que es una investigadora incansable.
Inside I'm Smiling <-- font="" for="" go="" ios="" jtv="" playback="" please="" to="">
4) Alexandr Magala. Un moldavo hecho a sí mismo, de esos que dejan todo para irse a "hacer las américas" con una mano delante y otra detrás, que aprende a tragar sables sólo por probar y acaba haciéndose viral por un vídeo. Profesional de los concursos de talentos, la actuación de Magala es puro circo, que te remueve por dentro por su capacidad de seguir a rajatabla el "más difícil todavía".
5) Recopilatorio. No soy excesivamente fan de estas recopilaciones de habilidades, me parece, en cierto modo, banalizar todo ese esfuerzo que hay detrás, ocultando nombres y carreras a golpe de música movida. Sirve para ver barbaridades, todas juntas, como producto de consumo del que olvidarse pronto, bajando nuestro listón de asombro sin aportar mucho más. También sirve para constatar que "lo guay" es masculino, el porcentaje de hombres de estos vídeos es altísimo, y no porque las mujeres no puedan hacer cosas asombrosas, sino porque hemos aprendido a que no nos llamen tanto la atención. Aunque eso da para otra entra. Pero claro, ¿quién no disfruta de 4 minutos de burradas?
6) Ernest Montego. El pasado 20 de abril falleció Ernest Montego, uno de los grandes malabaristas de la historia. Me sorprendí a mí mismo por no haber puesto nunca un vídeo suyo en estas raciones. Sus actuaciones son dignas de estudio, estilo limpísimo, ausencia de fallos, varias disciplinas muy diferentes entre sí, y su capacidad única de hacer "estatuas" (trucos en los que el malabarista está quieto mientras realiza varios malabrismos distintos a la vez). Después de ver el vídeo os recomiendo el obituario que escribió David Cain sobre él, para conocerle un poco mejor.
Chupitos y dulces
Hace tiempo que no cierro los menús con algo para llenar ese "huequito" que queda tras el festín. Que no se diga, invita la casa.
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¡Salud y mucho circo!
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