Irene vuelve a apadrinar un encuentro y yo encantado de que lo comparta con todos nosotros. Que ya haya pasado un tiempo hace que las cosas se vean con perspectiva y más serenidad, bueno para no caer en la "euforia postencuentro". Gracias Irene, una vez más, y a los demás ofreceros este espacio para lo que queráis. Os dejo con la crónica de este encuentro tan ilusionante.
Castalla es un pueblecito de la Sierra del Maigmó, Alicante, ubicado en la Foia de Castalla, una ancha hoya (valle) con un paisaje forestal mediterráneo digno de recorrerse y admirarse. Y allá es donde los días 10, 11 y 12 de mayo se celebró el V Encuentro de Malabares y Circo en Castalla, organizado por Art de Circ, la asociación de jóvenes cirqueros del pueblo.
Castalla es un pueblecito de la Sierra del Maigmó, Alicante, ubicado en la Foia de Castalla, una ancha hoya (valle) con un paisaje forestal mediterráneo digno de recorrerse y admirarse. Y allá es donde los días 10, 11 y 12 de mayo se celebró el V Encuentro de Malabares y Circo en Castalla, organizado por Art de Circ, la asociación de jóvenes cirqueros del pueblo.
El
viernes llegamos prontito tras visitar a los amigos de Donyet Ardit y
comer con ellos en Alicante ciudad. Nos inscribimos en la Casa de la
Cultura de Castalla y pasamos la tarde lanzando objetos al aire y
reencontrándonos con malabaristas queridos, prácticamente todos de
la zona. Mientras mucha gente del pueblo se quedaba a participar en
los talleres para niños y familias, comprar en los puestos y
acercarse a la zona de la Gratiferia: una iniciativa curiosa
consistente en poder llevarte los productos que quisieras y aportar
los tuyos, si querías. Sin trueque ni dinero.
En
un momento montaron al aire libre el escenario para la
muestra-exhibición de artistas locales, presentada por Sandra y
Tamara, y en la que pudimos ver el arte del clown Trifásico; el
grupo Ahí Estem que hicieron percusión corporal, malabares y
portes; Carriqui con clown, diábolo y cariocas; David “El Garci”
con diábolo; Las Tres Hermanas y su danza tribal; Acrompicones y el
número de malabares y acrobacia; y al clown “Manolo Piño”. A
pesar de los fallitos de sonido y la inexperiencia es un placer
siempre ver a las nuevas promesas en escena.
Después
marchamos al pabellón polideportivo, lugar en el que acoplamos los
sacos sobre colchonetas (cosa de agradecer a la organización), y en
cuyos exteriores se puso a disposición de los participantes parafina
a litros para la noche de fuego. Allá dormimos, aunque nos
despertasen extremadamente temprano los gritos de una persona
histriónica y sus amistades.
Aunque esto nos dio la oportunidad de desayunar y aprovechar la mañana del sábado antes de los talleres, “no hay mal que por bien no venga” dice el refrán: portes acrobáticos, diábolo, circo social y passing de mazas. Acto seguido vimos el espectáculo de calle de Acrompactados, un número de sala de portes y acrobacias adaptado a calle, cortito pero efectivo, aunque se notaba que no estaba hecho para calle realmente.
Tras
una comida comunal a cargo de la organización, a la tarde hubo
talleres infantiles y una charla de Rebelclown, una iniciativa de
activismo a través de manifestaciones y protestas sociales con
técnicas de clown. Algo realmente interesante que está aterrizando
ahora en España, para no perder detalle. Poco después de las 18:00
daba comienzo la gala más tempranera de la historia de los
encuentros, presentada por Igor Llorca acompañado por Trifásico a
la tramoya, y en la que disfrutamos de artistas de la talla de Pedro
de Cartagena a lo heavy metal con mazas y pelotas, Ivan Torres y sus
bichacadas en verticales, Juan Carlos interviniendo una barra de pan
al más puro estilo clown, Pablo “Koala” con la delicadeza de su
número de diábolos, Lizama con las mazas y el monociclo jirafa y
Fedito lanzando bolas al aire para honrar al Totem.
Que
terminase prontito nos dio la oportunidad de cenar a gusto a una hora
decente antes de ir de nuevo al pabellón a reírnos y participar en
el Renegade, viendo a gente quitarse prendas, beber cerveza y, para
los menores de edad (que en Art de Circ son mayoría) el premio eran
chucherías y chocolatinas, una gran innovación que se agradece.
El
domingo por la mañana, mientras la mayoría de la gente participaba
en el pasacalles con las caras pintadas y amenizado por una batucada,
un pequeño grupo de madrileños y cartageneros nos encaminamos al
castillo, que vimos sólo por fuera, desde cuyas murallas pudimos
seguir el camino del pasacalles y disfrutamos de las vistas de la
foia.
Luego
nos reunimos de nuevo para las olimpiadas, en las que hubo pruebas
como equilibrio de maza en cabeza, carrera haciendo cascada de tres
pelotas entre dos personas, resistencia de verticales, carrera de
monociclos de lentitud, figura más original con muchas personas…
Terminando con la clásica lanzada. Tras ello disfrutamos de unas
paellas espectaculares a cargo de la organización, tomando fuerzas
para la recta final, el campeonato de volley-maza, que ganó el
equipo compuesto por Guillem y Fede, llevándose el premio de tres
mazas artesanales de estilo medieval, una pasada.
Nos
despedimos de los viejos amigos y nuevos conocidos con todo el dolor
de nuestros corazones, ya que fue un encuentro muy familiar, con un
trato tremendamente agradable y cercano por parte de la organización
y los participantes.
Sin
duda este es ya unos de los encuentros a los que no faltaremos ningún
año, y que esperamos que siga creciendo y superando los pequeños
fallitos fruto de la falta de experiencia, pero que no empañaron en
ningún momento el buenísimo ambiente que respiramos a cada rato.
Mi
más sincera enhorabuena a la organización, ¡viva Art de Circ! ¡A
seguir creciendo durante muchos años más!
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