La vida con 7 dedos en la mano

Como ya viene siendo costumbre, una magnífica costumbre, la compañía franco-canadiense "Los 7 dedos de la mano" ha vuelto al Price por primavera. Esta vez a mostrar su obra "La Vie", la vida, un gran montaje que, a modo de cabaret con pasillo y escenario central circular, nos invita a reflexionar no sobre la vida en sí, si no lo que hay después. Porque todos sabemos cuándo venimos, pero nunca podremos saber cuándo nos vamos.

Un accidente de avión y un amor despechado llevan tiempo esperando su turno en un purgatorio peculiar, a ellos se un Patrick Leonard (Adam Kuchler), un recién llegado, y también todo el público, que ha recibido a la entrada su número de turno. Se nos invita a sentarnos bajo los ritmos y beatbox de DJ Pocket, todo un portento musical, que muestra su talento a lo largo de toda la obra.

Los siete artistas del elenco son jóvenes polifacéticos con un currículum espectacular, premiados en Montecarlo, Circo del Mañana, y ex miembros de prestigiosas compañías como Circo del Sol, Ringling Bros y Cirque Eloize, lo que explica la calidad del show que ofrecen.

Aparece Sébastien Soldevila como maestro de ceremonias (impresionante la presencia escénica de este hombre, pese a que esté algo más fondón que antes), el forense de esa especie de morgue donde esperamos al Juicio Final. Comienza a pasar lista al público y entonces llama al primer número, el de equilibrio de mano de Samuel Tétreault, a modo de tullido en silla de ruedas ofrece un elegantísimo ejercicio de fuerza y control.

Se nos van introduciendo a las demás almas en pena, como la loca contorsionista que sufre una expresiva catarsis con las telas aéreas (Isabelle Chasé), o al propio Patrick Leonard, que ejecuta un número de manipulación de botella y luego uno bastante vistoso de cajas de puros. Todo el discurso del maestro de ceremonias está plagado de humor, de chascarrillos locales y de gags realmente efectivos que lo hacen conectar inmediatamente con el público; incluso se permite una rutina de diábolo simple pero muy efectiva que levantó a la gente de sus asientos (el truco del ascensor sigue funcionando).

También aparecen en escena Mimi Bonnavaud, con un personaje plagado de sensualidad experta en danza y acrobacias; a la despechada Evelyn Allard, con su numerazo de cadenas aéreas, muy expresivo y completo; a la "pardilla" Krim Haglund que demuestra ser una clown, cantante y trapecista muy versátil, de lo mejor de la noche.

Tras la pausa vuelve el turno de DJ Pocket, que nos vuelve a demostrar su capacidad para combinar sonidos corporales con platos de tocadiscos para hacer una parodia de Ghost a base de barro y loops, genial (vídeo). Y tras un número de bailes y acrobacias en el que las mujeres se disputan al hombre, llega el gran final: el número de mano a mano de Seb y Mimi, oro en el Festival de Circo del Mañana, todo un derroche de expresividad, emociones, fuerza y técnica que te conmueve, lástima que quizá este escenario se les quede un poco pequeño (os dejo con el vídeo para que lo disfrutéis, merece varios visionados).

Así, con este número en las retinas y con una peculiar versión de "Je ne regrette rien" se despiden los artistas envueltos en el aplauso rendido del público, al que las casi dos horas de espectáculo se le pasan volando y con una sonrisa en la boca, la misma con la que se sale del teatro. Recomendadísimos, una vez más, los 7 dedos de la mano, y sólo estarán del 13 al 17 de abril.

Otros enlaces de interés:

• Página de la compañía, donde viene el currículum y biografía de cada artista.
• Entradas: Teatro Circo Price
• Vídeo donde los artistas hablan de la preparación de la obra.