Ayer, 28 de diciembre, pude ir por segunda vez a la Gala de Payasos Sin Fronteras, en la sesión para adultos. Como el año pasado, volvieron a llenar el Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach. Es increíble cómo llenan el auditorio de sonrisas y sensaciones agradables desde antes de empezar gracias a los payasos acomodadores y al buen ambiente que te invade al ver esas narices rojas.
Presentada por Juan Gamba, en un papel mucho más serio del que nos tiene acostumbrados, supo introducir a cada artista de forma particular y a la vez informar y concienciar de la labor de PSF por el mundo, aunque siempre repitiera la misma broma.
Les tocó abrir boca a Ciclones, una compañía a los que vi estrenar show en Vallecas y que aquí hicieron sólo una pequeña parte, en la que tres barbudos (Fuman, Silver y Agus) tocan varias melodías con bocinas mucho humor. Se agradece ver que malabaristas como Silver o Fuman (aunque este chico es muy polifacético) tengan otros registros y que también demuestren ser muy buenos en ellos.
Después vino Don Davel con sus sombreros. A mi este número suyo particularmente me encanta, y ya lo comenté y enlacé un vídeo suyo en otro post. Espero que lo mantenga tiempo y que todos lo podáis ver.
Se dió paso a la compañia Tres Puntos y Aparte, que también hicieron sólo una pequeña porción de su número de calle. Música con botellas, campanas y acordeón, combinado con malabares con un gramófono, ternura, mucho ritmo y mucho mucho humor, merecen la pena.
Tras el vídeo resumen de los proyectos solidarios de 2009 y el intermedio, apareció Amelie; una maga con trucos clásicos pero a los que da un toque muy personal, sin palabras, con gran naturalidad y todo muy bien enlazado para llegar al gran final envuelta en nieve.
Luego vino el grupo de Impro Quilosá, tres chicos que improvisaron 2 escenitas cortas con papeles que había escrito el público. En algún momento flojearon, pero se les vió con experiencia y mucha energía. Por estar yo ahora en un curso de impro me parecieron muy buenos, por lo dificil que es hacer que funcionen algunas de estas cosas.
Y ya como colofón anunciaron a un principiante, a un tal "José". El que apareció en escena fue el grandísimo Pepe Viyuela, haciendo lo que más le gusta y en lo que se siente más cómodo, de clown. Pese a que a que sus números se parecen entre sí, no deja de ser espectacular cómo puede meterse en tantos problemas su personaje, como buen payaso, esta vez para subir una escalera de mano. Una actuación muy física e intensa, plagada de risas y giros y con sus tablas sobre el escenario, siempre ingenioso a la hora de contestar al público. Lo dicho, genial.
Mencionar que el día anterior lo había visto en una obra de teatro, "El Pisito" de Azcona, y se le ve aquí mucho más agusto pese a que como actor también me gustó.
Y con una sonrisa en la boca salimos todos del teatro, yo creo que por los 10€ que costó se convierte en una cita imprescindible en Madrid cada Navidad. Enhorabuena a todos los voluntarios y organizadores porque es una gran labor de concienciación.
¡No os lo perdáis otro año!
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