Tras la
primera entrada, donde se repasaron los aspectos generales de la
37ª EJC (European Juggling Convention) en Millstreet, Irlanda, queda hablar de uno de los grandes atractivos de la mayor reunión de malabaristas del mundo: los
espectáculos y actuaciones.
Este año, los organizadores estuvieron más moderados en cuanto a espectáculos se refiere, se pudo
asistir a un Open Stage diario, tres espectáculos de calle, una gala de fuego y
dos grandes galas, algo más asequible que otros años. La verdad es que los
espectáculos de calle, realizados por
Steve Mills,
Priam y
Dream State Circus, fueron algo pobres comparados con los de otras EJC (quizá se salva el de Steve Mills por sus tablas), además de estar en una zona que invitaba poco a que se acumulara la gente a verlos.
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Público esperando la entrada a un Open Stage. Foto: Luke Burrage |
Un punto novedoso fue la
Diabolo Battle, un concurso de diabolistas organizado por
Luis H. Bailón "
Wis". Patrocinado por
Diabolo Planet y
Juggle Dream, consistió en varias rondas eliminatorias. En cada ronda (de 2 minutos, tandas de 30 seg por jugador) los jueces, Priam, Donald Grant y Alexis, decidían qué jugador les parecía el mejor. Además se premiaba al mejor truco y la mejor rutina en 1, 2 y 3 diábolos, así como en vértax, durante toda la competición. La final fue entre
Robin Spinelli y
Kevin Knoche, siendo este último el ganador. Muy buena iniciativa a tener en cuenta para próximos encuentros, extensible a otras disciplinas.
Los
Open Stage son escenarios
abiertos a todo aquél que quiera actuar, sin filtro. Como tales son recibidos,
reconociendo con aplausos el valor de mostrar tu número ante un público muy
especializado. Destacaron actuaciones como la de
Matt "
Poki" McCorkle (EEUU) con las
isolaciones con un aro, o la de su pareja
Tiana Zoumer con el hula
hoop, mostrando un número mezclado con danza, sin música y con movimientos muy
novedosos (ver vídeo abajo). Decir que en esta EJC el gran protagonista fue el
hula hoop. Este
clásico aparato estaba presente en gran parte de los talleres impartidos, así
como en muchas de las actuaciones que se vieron, indicando que actualmente está
muy de moda en Europa.
Otro de estos números de hulas que destacó fue el de
Gail acompañada con beatbox. Volviendo ya a malabares clásicos, la actuación de
Ofek y Sagi (Israel). Mostraron, a sus 15 años, que
existe una gran cantera en su país, sobre todo en bolas y mazas (
ver vídeo). La nota curiosa la puso el brasileño
Emerson Noise "Tchatcho" (
ver vídeo), siendo de los pocos números con personaje y desarrollo bien formado, además de unos malabares muy vistosos. De las
actuaciones de fuego resultó sorprendente ver a
Richard Hartnell (EEUU) manejando con
suavidad una bola de contact en llamas, rodándola por su torso desnudo como si
nada. También impresionó el control del doble staff de fuego de
Chazz Parham
(RU).
Una de las actuaciones más aplaudidas por lo novedoso de la
propuesta fue la de
Darragh McLoughlin (Irlanda), llamada “The Whistle” (El
Silbato). En ella Darragh introduce la norma de que cuando sople el silbato
debemos cerrar los ojos, y cuando vuelva a soplarlo, abrirlos. A partir de esta
sencilla norma se sucedían rebobinados, saltos al futuro, cámaras lentas y rápidas,
personajes absurdos y secuencias entrecortadas de malabares. Una genialidad que
dejaba con ganas de más.
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La lluvia también tuvo su protagonismo en la EJC |
Pero los platos fuertes eran las dos grandes galas. La
primera de ellas,
“Leyend Gala”,
consiguió reunir en el escenario a grandes nombres de la historia reciente del
malabarismo. Un gran ejemplo fue
Freddy Kenton (Holanda), que a sus 76 años
mostró con soltura esos trucos clásicos de equilibrios que ya apenas se ven.
SteveMills, el creador del
Mills Mess, el mítico truco de 3 pelotas, hizo una
actuación de muy bajo nivel, poco preparada, ensombreciendo la buena actuación de calle que
realizó el día previo.
Michael Moschen (EEUU) hizo una charla-actuación
explicando su visión de los malabares y el mundo, y cómo lo aplica en sus
actuaciones.
Joschen Schell fue un avanzado en la manipulación de aros, y su
número sigue siendo muy fresco. Lástima que en el primer pase tuviera problemas
con las luces y tuviera que irse del escenario pidiendo perdón; aunque lo
compensó con un segundo pase acertado.
Donald Grant (RU) es ya una leyenda en
la reciente nueva era del diábolo, y mostró la rutina de 1 y 2 diábolos que le
consagró; aunque actualmente casi cualquier diabolista pueda hacerla, señal de
lo mucho que avanza este malabar. También se pudo disfrutar de la enérgica y
soberbia actuación de
Françoise Rochais (Francia) con sus bastones, mazas y
paraguas. El colofón fue tener la gran oportunidad de ver a un entregado
Viktor Kee (Ucrania) en el escenario. Con su inimitable estilo de malabares y
acrobacia, presentó el número que actualmente gira con Amaluna, del Circo del
Sol.
La
Gran Gala se distinguió en cambio por la juventud de los
participantes. Conducida por un inspirado
Matthias Romir (Alemania), en su
papel de clown decadente, patines y rutinas brillantes con globos de helio. Introdujo
actuaciones como la de
Kyle Johnson (EEUU) con su mezcla de contact y malabares
de bolas. Impresionante fue el trabajo de
Roxana Isabell (Alemania) con dos
números, uno de trapecio y bola de contact y un segundo de antipodismo con pelotas
de malabares, ambos soberbios.
Cyrille Humen ofreció un número lentísimo de
danza contemporánea y pelota, de difícil digestión.
Gail O’Brien, como artista
local, decepcionó con el hula-hoop, quizá por ser el enésimo número de hula que
veía el público. Soberbia fue la actuación de
Patrik Elmnert con mazas y aros, demostrando por qué es uno de los malabaristas de referencia del momento; está a otro nivel (
ver vídeo). El cierre lo puso el joven
Florent Lestage (Francia) con su
precioso estilo de mazas combinado con bastones. El punto polémico fue la
actuación de
Samuel Youdé (RU), que se negó a salir a escena en el segundo pase
de la noche tras ser criticado por haber lanzado mensajes ofensivos contra la
religión católica en su número. Hay que decir que su número era de lo más
bizarro que se ha visto en escena en mucho tiempo (disfraces de Pikachu,
tiburón y Papa incluidos,
ver este hilo para su explicación) y que, polémicas aparte, a nadie pareció
gustarle.
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Roxana, en un momento de su primer número
Foto: Luke Burrage |
Por supuesto, todo encuentro tiene un gran pasacalles, que en un pequeño pueblo como Millstreet gana en color y diversión. Un carrusel de malabares y entretenimiento por las calles del pueblo, hasta los campos de deporte donde se disfrutó de unas soleadas y espectaculares olimpiadas.
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Olimpiadas |
En resumen, un buen encuentro, más sencillo y accesible que los previos, y con muy buenos resultados. Así que con buen sabor de boca por lo bien organizado del evento se nos emplaza a asistir a la
38ª edición de la EJC,
esta vez en un pequeño pueblo germano-parlante del norte de Italia:
Bruneck. A continuación dejo una
recopilación de los vídeos que han ido saliendo sobre esta EJC, incluyendo actuaciones.
La
siguiente y última entrada habla sobre los problemas que ha tenido la European Juggling Association con la organización de las últimas EJC y las pérdidas económicas. ¡No os la perdáis!
NOTA: en la
revista digital de eJuggle han hecho también un
resumen de la EJC y una completa recopilación de las actuaciones de los Open Stage, con muchas fotos.
Me gusta lo directo y honesto de tus críticas :) ¡Cuánto me hubiera gustado ver ese número de Darragh McLoughlin!
ResponderEliminarCuando hablas de que fue "accesible" "asequible", no sé a qué te refieres. Me imagino que hablas de menos ambicioso, de sencillo, pero me gustaría que fueras más claro sobre las ventajas que pudo tener eso. De lo contrario, nos quedaremos pensando: caballo grande...
¡Gracias por la crónica y críticas!
¡Gracias por comentar Daniel! Pues con esos adjetivos me refiero a que fue una EJC planificada acorde a lo esperado, menos ambiciosa y más pragmática, menos compleja.
ResponderEliminarVentajas: un calendario que permitía asistir a todos los eventos sin agobios ni solapamientos. Un terreno donde todo quedaba a 5-10 minutos andando. Instalaciones y gradas donde cabíamos todos....
Contras: quizá se echa de menos algún espectáculo más
¡Perfecto! Gracias por la aclaración ;)
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