Tengo la suerte de tener amigos que les gusta el circo y que saben mucho sobre ello. Y me encanta preguntarles sobre sus disciplinas y aprender y contagiarme de su placer por ellas. Este es el caso de Iván G. Torre, al que ya le dediqué una entrada hace tiempo. Iván está creciendo a un ritmo imparable como verticalista, así que aproveché para que me echara una mano con el blog y escribiera sobre sus conocimientos en verticales. Se lo ha trabajado y escribió tres entregas, donde repasa diferentes técnicas, entrenamientos y artistas de verticales. Un lujo. Muy agradecido Iván, espero que vosotros lo disfrutéis tanto como yo.
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Verticales, equilibrio de manos, parada de manos, handstand,
handbalance, clavo o simplemente hacer el pino. Un montón de nombres
diferentes para hablar de lo mismo: dejar de guardar nuestra habitual
posición bípeda y soportar todo el peso del cuerpo sobre las manos.
Ejercicio que probablemente todos vosotros hayáis practicado en más
de una ocasión cuando erais pequeños. Las verticales son todo esto
y mucho más.
Comencemos
conociendo algunas figuras básicas y la mecánica de esta disciplina acrobática.
La vertical simple consiste en mantener el equilibrio invertido con
piernas estiradas y juntas. Las muñecas, hombros cadera y tobillos
deben formar una misma línea. Los codos están estirados, las palmas
de las manos se apoyan totalmente en el suelo distanciadas entre sí
apenas 20 cm, de forma que cada hombro esté justo alineado encima de
su correspondiente muñeca. Las piernas, además de estiradas,
también están juntas y, finalmente, los empeines y dedos de los
pies se retraen formando las características puntas de baile o
gimnasia. La vertical simple ya no parece tan simple y es que, al
contrario que en otras disciplinas, realizar correctamente el
elemento básico conlleva más dificultad que practicar alguna de sus
variaciones y trucos. Como curiosidad, en el código de gimnasia
artística masculina (GAM) mantener la vertical durante 2 segundos se
valora en 0,1 puntos (la puntuación máxima de un ejercicio es 0,6)
durante los ejercicios de suelo.
Para intentar comprender mejor el movimiento vamos a realizar un
breve repaso de la mecánica que tiene detrás.
Momentos handbalancer. |
Para que la persona (un cuerpo simplemente apoyado) esté en
equilibrio, su centro de masas (COM) ha de estar alineado sobre sus
manos (base). Cumpliendo esta simple hipótesis, cambiando la
posición de hombros, cadera y piernas existen infinidad de puntos de
equilibrio. Hay que notar que el centro de masas del verticalista
estará más cerca del suelo cuanto más abra o recoja las piernas.
El segundo concepto que rige el equilibrio es el momento de fuerza.
Si sujetamos un objeto pesado con la mano a la altura de nuestra
linea de visión, realizaremos más esfuerzo con el brazo estirado
que con el brazo doblado. Esto es porque el momento es proporcional a
la fuerza multiplicado por la distancia. El objeto ejerce un “peso
o fuerza” hacia el suelo y la distancia del objeto al hombro es la
longitud del brazo. Para que el objeto no se caiga al suelo los
músculos del hombro realizan un momento que se opone al de la bolsa
(peso multiplicado por la longitud del brazo).
Volviendo a las verticales, si simplificamos diciendo que el
equilibrio se guarda con la fuerza que realizan las muñecas, cuanto
más cerca este el COM del cuerpo al suelo, menos fuerza y más fácil
será mantener la figura cuando el cuerpo se desvía ligeramente
respecto de su equilibrio. De aquí subyace la idea de que hacer el
pino con las piernas abiertas es más fácil que hacerlo con las
piernas juntas. También indica que ser bajo, ligero, fuerte y
flexible (para abrir más las piernas por ejemplo) son
características que ayudarán a un verticalista. Sin embargo no
todas ellas se adquieren entrenando ni son compatibles entre sí.
La ecuación de los momentos del handbalancer es ligeramente más
complicada pues además de las muñecas el cuerpo tiene otros ejes de
giro principales: hombros y cadera y otros ejes de giro secundarios
(normalmente están bloqueados): codos, espalda y rodillas. Como
tampoco hace falta estudiar una carrera para hacer el pino sigamos
conociendo otras figuras básicas:
Vertical bien hecha |
Agrupado: Consiste en tener las piernas agrupadas de forma que los
talones estén pegados al culo y las rodillas pegadas al cuerpo.
Requiere bastante flexibilidad de hombros, porque para mantener el
equilibrio en esta posición hay que sacarlos considerablemente. Es
una figura muy didáctica cuando se está aprendiendo, porque ayuda a
interiorizar las posiciones básicas del cuerpo.
Agrupado |
Vertical en segunda o split frontal. Partiendo de la figura básica
se consigue separando las piernas. Es uno de los primeros ejercicios
que se consiguen aprender, aunque para realizarlo correctamente los
tobillos, la cadera y los hombros han de guardar la misma línea.
Además, una segunda perfecta (180º de apertura de piernas) requiere
entrenar mucho la flexibilidad.
Split frontal |
Spagat
o split lateral: Consiste en abrir una pierna hacia delante y otra
hacia detrás de forma que entre sí formen 180º. Es una figura de
dificultad similar a la anterior.
Spagat |
Corza: Variación del spagat, de forma que la pierna posterior se
agrupa y pega su talón al culo. Para realizarla correctamente ambos
pies apuntan hacia el mismo lugar haciendo que las piernas formen una
misma línea.
Corza |
Siete: Aunque se considera una de las figuras básicas durante el
aprendizaje su dificultad es bastante elevada. Consiste en mantener
el equilibrio de forma que las piernas cerradas y totalmente
estiradas estén paralelas al suelo. Para que el centro de masas se
mantenga sobre los hombros, la cadera se desplaza en dirección
contraria a los tobillos. Requiere flexibilidad (en hombros y
carpado), técnica y fuerza.
Siete |
Escuadra: Es una variación de la figura del siete. La diferencia es
que en este caso las piernas en vez de estar cerradas, se abren. Al
abrir las piernas, su centro de gravedad se sitúa más cerca de la
línea de los hombros, por lo que no es necesario desplazar tanto la
cadera. El error más frecuente suele ser no dejar las piernas
paralelas al suelo, haciendo una especie de figura que se queda a
medio camino de la escuadra y la vertical en segunda.
Escuadra |
Mexicano. Comenzando desde la vertical se empuja con los hombros como
si se quisiera tocar con el pecho el suelo. Para que esto sea
posible, simultáneamente las piernas totalmente estirada van
desplazándose en dirección contraria hacia el suelo (como si se
quisiera hacer pino puente). El punto límite en este ejercicio es la
flexibilidad que el verticalista tenga en la espalda (cuánto de
cerrado pueda hacer el puente). Variaciones de este ejercicio
consisten en realizarlo con las piernas abiertas o dobladas.
Mexicano (extremo) |
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